31 octubre 2009

La noche de las brujas ebrias. I

-¿Esta noche no te recuerda algo? -Preguntó con malicia. Puse los ojos en blanco, sabía a lo que se refería, sin embargo no quise pensar en aquella historia que trajo a flote un par de malos recuerdos.

Porque esta noche quiero disfrutar, bailar hasta no sentir mis pies y que el alcohol deje inconsciente algún rastro de depresión. Quiero reír hasta que mi estómago reviente de dolor, y neutralize el pesar de noches pasadas. Quiero que sea una noche que pueda guardar en mi bagón de momentos inolvidables.

Y sé que será una de esas noches, sólo espero que o sea como la del año pasado.

30 octubre 2009

A punto de estallar.

Veo el piso a milímetros de mi razón y es gracias a que tengo una adorable madre que se esta matando antes de saber qué carajos tiene. Una adorable madre que me saca en cara los momentos que me dio, las horas que compartirmos y lamentos que curó, volviéndose así la ganadora en este concurso de víctimas auspiciado por su depresivo drama.

Sí, si creí que yo era algo manipuladora, pues ella me supera en creces. Creces. Tanto así que me quitó las ganas de todo, de reír, de jugar, de salir, de vivir. Sólo me dejó ganas para quedarme encerrada por semanas en mi cuarto escuchar música y dormir, dormir hasta que su voz y sus lamentos se vayan, hasta que deje de trabajarme a los sentimientos y deje de ser vulnerable a sus dramáticas palabras.  Hasta que me vuelva fría por completo.

Porque aún cuando ella cree que no me importa, me importa, más que demasiado y siempre me ha importado, y siempre se lo he dicho. Ahora el resultado, gracias a su falta de responsabilidad,  ganas por querer vivir su no juventud esta en la puerta de respuesta a una biopsia.

(La palabra aún me da escalofríos)

Hoy odié a todo el mundo hasta hace unos minutos que me conecté y leí un mensaje en no conectado, del día de ayer.

Hola Mc, pasaba por aquí para decirte que se te extraña...

Y muchas otras cosas más que me robaron una sonrisa. Sí, él reapareció sin contarlo, como si el destino lo pusiera de nuevo en mi camino para darme cuenta que estar mal, no va conmigo. Y ese lado oscuro y depresivo que me persigue, tiene que desaparecer, antes que me consuma por completo.

29 octubre 2009

Dear diary.

Y hoy es un día de aquellos que quiero contar, aún cuando nada realmente importante pasó.

Después de la decadencia de ayer, mi cuerpo resultó acentuarse bien a mi buen humor, por lo que tuve una buena mañana, buena hasta que el infeliz de mi profesor de matemáticas (Con mucho aprecio ¿Realmente se le puede llamar profesor a alguien que copia procedimientos y es algo así como que inepto explicando?) me dejó afuera del salón, junto con la mitad de la clase, por llegar tarde (Vale la acotación de un par de segundos, porque el desgraciado vio que corría y cerró la puerta. Claro, él siempre nunca con sus berrinches).

Estuvimos una hora de clases afuera. Una hora que me perdí aburridas explicaciones y una hora que quizás me volvió algo -más- hueca en números. Pero pese a todo, de algo me sirvió, porque me di cuenta que no he sido lo bastante hija como para brindar apoyo a mi mamá, no he sido lo suficientemente valiente como para preguntarle que es lo que realmente tiene, por temor a que sea algo más grande que lo que la medicina pueda curar. Sin embargo creo que ella necesita escuchar que esos temores tienen que ser vencidos, así como yo vencí el mío y n cómputo decidí preguntarle su diagnóstico sin el temor a que ella exagerara, ni minimizara su enfermedad, pero el problema fue que el tiempo quedó chico y fue imposible leer su respuesta.

Aún con la mente con mi mamá, en el almuerzo, conversar con un amigo,que este año aprendí a conocer,  me hizo olvidarme alguno que otro minuto de todo. Porque me animó mucho que creyera en mi, en lo que escribo y en lo que quiero ser. No recuerdo si me dijo 'vas a ser alguien' o 'vas a tener éxito' pero cual fuera su frase, me robó una sonrisa. Yo sé que quiero escribir, como también se que él quiere cambiar el mundo aún cuando no sepa que yo leí eso en uno de sus trabajos personales. Sí,  es un gran chico, de los pocos que hay, de los que sabe que quiere, y de los que, estoy segura, conseguirán el éxito inmediato. Hablamos un buen rato, y sus palabras me impulsaron a terminar de escribir la historia que tengo desde hace dos años. Sí, dos largos años.

En fin, pasaron las clases, y ya en las últimas horas, me adueñé de la laptop, y leí el correo de mi mamá. Busqué el diagnóstico que me dio, pero no pude leerlo puesto que personas venían y se iban y aquello era algo que no me sentía a gusto compartir con todos. Leí un par de palabras, hasta que me quitaran la laptop.  Por unos segundos me deprimí por lo poco que había leído, y no quise ver a nadie. Sin embargo, sin que los llamara aparecieron los mejores amigos que una chica en estado casi depresivo, pueda tener, para hacerla reír. Reí tanto que por unos instantes olvidé todo, por unos instantes olvidé cada detalle azul en el libro de colores de mi vida, y reí.

Yo reía y los miraba, es increíble que hallan personas hechas a tu medida. Amigos que no puedes imaginar fuera de tu vida. Desde los que quieres abrazar, hasta los que ansías ver y los que alguna vez solían importarte mucho.

Hablando de eso, hoy escuché un comentario gracioso acerca de yo, y mis gustos. Bueno, lo que solía ser mi gusto. Atiné a reír. Es raro que aún sigan con lo mismo, y más aún, que ya no me importe, no como antes que me sonrojaba, reía, lo negaba y hacía todo un lío. Ahora escucho y rio por dentro. Si cree que aún me quita el sueño, que lo crea. Si necesita pensar que es verdad, para que su ego llegue al sétimo cielo, que lo piense. Me da igual, a fin de cuentas, es una historia  con varios errores de mi parte, momentos que jamás debieron suceder, que, felizmente ya cerré bajo candado.

Y gracias a mi muy mala memoria, no creo que encuentre la llave que usé.

28 octubre 2009

Blue.

La montaña rusa va en descenso.

No me siento bien. Y lo peor es que no es un malestar que un par de pastillas calmen -si eso fuera posible, tomaría diez- sino es que, es como si, patéticamente, el fastidio emocional de un par de días atrás, se tornara físico, acabando lenta e increíblemente con mis defensas. Digo increíblemente porque mis defensas suelen ser de acero y es por esa razón que rara vez algo suele tumbarme, como decepciones, o estúpidos dramas que ocurren de vez en mes.

Supongo que es porque ninguna de esas cosas realmente causó un impacto emocional en mi, sólo fueron leves golpes contra un par de defensas que se encontraban en el camino equivocado, en el momento equivocado. Así como yo, un par de veces, sin embargo tratándose de un asunto importante de alguien que amo, como mi mamá, terminaron tumbadas, igual que yo en este momento.
Agonizando y pidiéndome que por un día no hiciera más que no pensar.

Sin embargo no puedo. No puedo porque mi cabeza piensa, piensa, piensa. Piensa demasiado en mis movimientos, -por esa razón es que suelo nunca arrepentirme de lo que hago, porque nunca no pienso- pienso en lo que digo -menos cuando estoy molesta- y en lo que hago -menos cuando llevo alcohol en la sangre- pienso hasta que mis neuronas revientan.

Pienso, pienso y pienso. Y hoy, que a penas puedo con mi sombra, pensar revienta mis defensas lentamente. Una por una.

Supongo que esta vez la montaña rusa necesita de un empujón para ascender, porque con este estado y ánimo, sólo seguirá cayendo, hasta estrellarse contra su propia luz.

26 octubre 2009

Miedo.

-Estas grande, y ahora sí tienes que ver que hacer con tu vida. Cuidarte, porque nunca lo has hecho, y no deprimirte tendida en cama todo el día.
-Lo sé. -Susurró ella, y después de un par de palabras nos despedimos.

Sigue pareciendo la hija, yo la madre. Supongo que así jugamos ambas, pero este juego tiene que terminar cuanto antes, porque no sé hasta que punto pueda llevar su responsabilidad en mis hombros. Peor aún, ahora que cabe la posibilidad que de un positivo su vida se venga poca arriba, junto con su misma salud, y sus días de juventud.

Alguna vez lo dije, cuando el sentimiento es más grande que yo, lo bloqueo. Y esto me aterra, me aterra tanto que no me aterra, que bloquea mis sentimientos y me hace ser fría, aún cuando se que debería ser de las personas que más cariño le den.

Te amo mamá, te amo tanto que no te lo puedo decir porque se que cuando admita cuanto miedo tengo, me partiré en mil pedazos.

Y no me puedo partir, al menos no por ti, necesitas una sonrisa que parezca indestructible, y allí entro yo de nuevo.

25 octubre 2009

Malditos días, con amor.

Y hoy me entró la maldita sensibilidad.
(Aprecio mi habilidad para maldecir, siempre presente en esos días)

Supongo que la nostalgia se transforma en tu talón de Aquiles, una vez que tienes muy buenos recuerdos, que aún cuando quieras revivir no puedes. Y eso me pasó hoy, camino a mi casa, después de un día de risas, malhumor, y física.

La música había cumplido su papel relajando mis pensamientos hasta que escuché una palabra que casi hace que cruce en plena luz verde, y me estrelle con una moto. Rastafari. Dejé de sonreír, y cambié de emisora. Maldita radio. Supongo que eso pasa cuando a veces el destino quiere recordarte que alguna vez había existido el más hermoso rompecabezas de amor, jamás completado. Claro, él con su rebeldía innata, rompió las piezas, y nunca más volvieron a encajar. Maldito.Sin embargo esta vez no me remonté al verano de un desamor, sino al trasfondo de una amistad lejana, que parecía no tener fin.

Hablo de Ximena. La testigo de mi primera borrachera, de mi primer desamor. Vivimos meses de carcajadas y tonterías extremas, y me enseñó a ver la vida de otra perspectiva, la amistad con una nueva visión. Viví su historia de amor, siendo la testigo clave. Y ahora casi después de un años hemos decidido reencontrarnos. Ponernos al día y retomar lazos que nunca debieron soltarse.

Supongo que al final de todo, no son tan malditos estos días.

Sólo estaba un poco sensible, son estos días locos, donde siento que puedo llorar, odiar y amar, con la misma intensidad.

24 octubre 2009

La caída de las torres.

Enviado: jueves, 25 de octubre de 2007 23:37:53

Hola mama, espero que estes bien, te extraño mama, mucho, a ti y a mi hermano, no sabes cuanto me duele que no quieras hablarme, y que no quieras que hable con mi hermanito. Quisiera conversar contigo mama, de verdad, solo te queria decir eso mama, espero que te este yendo bien con todos en la casa, saludos a todos mama, te amo, y te extraño, y a ti y a mi hermanito, cuidalo mucho por favor, cuidalo mucho, y todas las noches dile cuanto lo amo, cuidate mucho mama.
adios.

Por eso dicen que el pasado se tiene que quedar en el pasado. Porque los recuerdos suelen transportarte a  épocas nostálgicas. Épocas dulces, épocas agrias. Y esa fue una de las épocas más agrias que saboreé en mi vida.

Último bimestre del 2007, donde la relación madre-hija, que teníamos, estaba terminando por destruirse desde hacía cinco años, de pequeñas peleas que habían comenzado a partir de sus inestables relaciones amorosas, y decisiones erróneas.

Su carácter explosivo, inmaduro, había hecho que el mío cambiara. De la niña introvertida, que solía obedecerla sin porqués, seguir sus palabras, sin criticar cada uno de sus pasos pasé a ser la madre. Y fue el mismo día en que aprendí a pensar por mi misma, y me di cuenta que sus errores no solo la lastimaban, sino que también me lastimaban.

Y en ese momento todo cambió. Comencé a criticar cada uno de sus errores, porque la amaba, porque necesitaba que aprendiera algo de lo que la vida le enseñaba. Y porque no me gustaba verla rendida ante la depresión, convirtiéndome así en las risas que ella necesitaba, pasando mi tristeza a segundo plano.

Aprendí a sonreír sin sentirlo. Aprendí a reír, cuando quería llorar. Aprendí a ser mala persona, cuando era necesario, y aprendí que nunca debes dejarte llevar por el corazón.

Aprendí a ser su mamá. Y el problema era que mi edad de doce años, no era para la responsabilidad de una mamá de 32. Yo aún era una niña, que necesitaba a una mamá. No una amiga, no una hija, no una hermana. Yo la necesitaba, pero con ella sólo obtenía peleas, gritos.

Y desde sexto grado de primaria, la idea de irme a vivir con mi papá, surgió. Me tomó mucho tiempo, valor, y valentía, abandonar mi hogar tres años después. Tiempo porque la idea de dejar de ver a mi mamá, y hermano, era dolorosa. Valentía porque sabía que a ella le doldría aún más, y valor porque tendría que aceptar como consecuencia primoriosa que no sería bienvenida en un buen tiempo en la que había sido mi casa.

Fueron tres meses grises, donde aprendí a no dormir. Y sólo un par de personas saben realmente qué pasó, saben aquella parte de la historia que no me gusta contar porque trae recuerdos que aún me dan escalofríos.

Ahora el tiempo ha pasado, y superamos aquella separación, la veo los fines de semana, y poco a poco hemos reconstruido las torres gemelas que éramos. Aún nos falta, sin embargo estamos intentando ir por un buen camino.

Aunque se que hoy, no hay buenas noticias para ella.

Somos las chicas inseparables bonitas, en busca de un amor.
¿Encuentras la ironía en lo que solía ser nuestra canción?

23 octubre 2009

Nisperada.

Nadie lloró, sin embargo cuatro horas, llenas de juegos, anécdotas, un par de videos profundos, testimonios, recuerdos, canciones y fuego, hicieron que la nostalgia llegara a su tope máximo.

Y aún cuando siempre se llega a un punto donde quizás la palabra integración no se solidifique por completo, hay momentos en los que un par de palabras pueden cambiar la manera de ver a una persona. Lamentablemente, este año recién me di cuenta y me arrepiento no haberme dado la oportunidad de conocerlos. Conocer increíbles personas, desde las que parecen ser más reservadas, hasta las que parecen que exhalan locura. De las que me enseñan a ser mejor persona, hasta las que me enseñan de la vida. De las que enseñan que la amistad era como aquella fogata que ardía sin control. Difícil de prender, y ardía en su máxima magnitud. Yo quiero ser ese fuego, y quiero que las amistades que sembré crezcan con los años, no se pierdan.

Y después del colegio, una reunión, después de llegar abrir la puerta de mi casa me doy cuenta que algo había sido raro esta noche, y es ese sentimiento raro que recién te percatas de la poca importancia que le habías dado a alguien a quien quizás le dabas en extremo.  El ciclo de la vida, las cosas te importan y luego, como si soplaras, dejan de importarte.

Ahora a dormir.

Quedan menos de 40 días.
Que comience la cuenta regresiva.

Cachimba 2010-1.

Y la noche comenzó con electropercusión, un promedio de quinientas personas y Gian Piero Diaz robando suspiros, con una sonrisa en el rostro y el micrófono en mano. Era definitivo, aquella era la mejor bienvenida oficial a mis próximos cinco años de vida universitaria, que pude tener.

Con, literalmente, pocas palabras, nos advirtieron lo que ya sabíamos. Se vienen los años que marcarán lo que seremos.  Nuestras metas, nuestros logros. Y si queremos ser los mejores, debemos dar lo mejor de nosotros. Me gustaron las palabras que emplearon, el no tener límites, porque yo siempre
Sin embargo, en esos momentos yo escuchaba y miraba, claro. Miraba al primer tercio de mis futuros compañeros porque entre esas caras vistas y no vistas, estarían buenos amigos (jamás comparados con ellos), algunos más indiferentes, quizás uno que otro loco, e inclusive futuros amores  y desamores. Caras sonrientes, deprimidas, rostros que expresaban anhelos, y otros que expresaban cansancio. Y alguna de esas quinientas personas, estoy segura, marcará mi vida.

Ahora a esperar descubrir quién.

Y la noche terminó con la misma electropercusión que me fascinó desde el comienzo.
Y acá serán testigos de sueños cumplidos. De sus sueños cumplidos.
Bienvenidos cachimbos 2010.

21 octubre 2009

A mil por hora.

You told me you'd wait here patiently,
But I wonder if he's kidding


En serio no. No me lo dijo, pero esta vez deseo de todo corazón que vaya a un ritmo que ni yo misma suelo ir: lento, porque las cosas buenas toman tiempo, y algunas no. Sin embargo toda mi vida he corrido a mil por hora, y lo único que he obtenido han sido confusiones, confusiones, y más confusiones. Nada bueno, claro y supongo que eso en parte es por ser una Rodríguez, pero ese es otro post.

A lo que voy, es que las risas, las bromas, las palabras graciosas, por el momento me gustan. Y si el me atrae de una manera única, es porque con él quedó una asignatura pendiente, que malogré por, otra vez repito, correr a mil por hora con mis emociones, miedos. Quizás por eso, sea más vulnerable a él y todo lo que viene consigo. Sin embargo, sigo siendo toda rara dentro de mí, y sé que si me apresuro, lo más probable sea que mis miedos vuelvan a atacar.

Y alejarme de él, no sé cuanto me podría afectar. Y no sé si podrían pasar otra vez un par de años para volvernos a hablar.

20 octubre 2009

Last night.


Al diablo la paz y el amor.
No sé cómo se siente a ciencia cierta, pero supongo que sientes el odio cuando no se puede ser lo suficiemente indiferente con algo que te quiebra tus sonrisas en un extremo.


Cuando tienes increíbles ganas de patear, golpear, y a la vez, adjetivos no muy elocuentes fluyen en tu cabeza, con la naturalidad con la que los poetas escriben del amor.

Odio en lo que se ha convertido, y odio más haberlo conocido antes, tan bien.


Esta es la última noche que dedico a expresar mi mal humor gracias a lo que quizás para él ni siquiera sea importante. Esta es la última noche que mis ganas vencen la razón.

Y es la última vez que saco sus recuerdos del baúl de buenos momentos.

Bienvenido a mi lista de recuerdos inservibles.
Por segunda, y última vez, porque de ahí ya no sales.

19 octubre 2009

La teoría del perro del hortelano.

O el que no come, ni deja comer.

Siempre hay un par de estos en cada historia, aquel que no te quiere para él, pero tampoco para otro.

Llevo un par de meses analizando esta teoría en muy, muy diferentes casos.

Como en el que la chica tiene al chico que quiere, y sin embargo, perder al otro chico que quiere, es algo que le revienta el alma. O en el que no sabe que quiere, y se enreda torpemente en sus telerañas, teniéndolas a todas, teniendo a ninguna.

Aquí se mezcla l la costumbre, el deseo mudo y tu nombre con indelebre en el libro de su vida. En uno de los capítulos más hermosos, y a la vez igual de dolorosos.

¿Y qué sucede cuando decido arrancar esas páginas?

Tu nombre desaparece.

Sus nombres desaparecen.

Quizás no suene tan malo, a fin de cuentas es algo que nunca se deseo, o al menos no tanto como para hacerlo conocer, pero una vez en práctica, puede llegar a ser aterrador, ¿No?

On sleepless roads the sleepless go.

Sábado 8 p.m.
Y la noche comenzó lenta.

Al parecer la mezcla de no alcohol en la sangre, y aburrimiento eran la dosis perfecta para una noche imperfecta. Una que duró casi hasta las tres de la mañana, cuando después de un par de historias de terror, anécdotas que ya no causaban risa, y chistes sin sentido, las luces se apagaron, y comenzaron los shots de ron puro, junto con los 'yo nunca'.

El resto fue historia, y una que otra larga conversación.
Ahorita no siento mi cuerpo, no siento mi rostro, tengo sueño porque no he dormido nada en absoluto. Sin embargo, no me arrepiento de este insomnio obligado, porque esta noche me di cuenta que el tiempo pasa y aún cuando todo cambie, ellas no, y quizás de lo único que me arrepienta en mi vida, sea no haberlas conocido antes. No haberlas gozado desde que tenía uso de razón,o haber desperdiciado un buen momento.

Momentos. A veces son muchos, y no significan mucho y otras pocos, pero increíblemente dulces. Aquellos son los momentos a los cuales a veces quiero regresar. Los años maravillosos, donde sientes que el cielo es el límite, y aquellas horas no pueden mejora sin embargo el presenta elimina los buenos recuerdos, y me doy cuenta que estos son mis años maravillosos, con o sin las personas que tiempo atrás fueron una gran parte de mi.

17 octubre 2009

Fantasme de un amor pasado II

Para una mejor comprensión, leer Fantasma de un amor pasado I.

Y desapareció, como el fantasma que por estos días sigue siendo en mi libro de recuerdos.

No volví a saber de él, ni siquiera en aquella fecha especial que era mi quinceañero.

Y aún cuando el espacio vacío que había dejado en mi corazón llegó a ser llenado en aquel par de horas, una pequeña parte de mí esperaba verlo llegar. Y lo deseaba tanto que llegué a imaginarlo. Tarde, como usualmente él llegaba, con una flor en mano y la sonrisa que un mes atrás me había enamorado.

Lo irónico fue que nunca llegó .aunque quizás no fue irónico, sino fue predecible. Y eso dolió, dolió aún más de lo que jamás podría imaginar.  Fue un dolor que sientes una vez al año, y que te carcome de a pocos tu corazón, de esos doleres que resgarran la cordura, y dejan a flote tu locura. De esos dolores que tienen la fuerza para dejarte caer y levantarte una y otra vez. Y fue en ese momento en que el dolor llegó a su clímax, en que realmente me decidí a olvidarlo, aunque la hazaña me tomó un par de meses más.

Nunca logré entender la razón que me hizo quererlo tanto en poco tiempo...supongo que nunca la entenderé.

Y después de un año, tres meses reapareció, mi corazón no se acelera cuando sus conversaciones se abren de la nada, una vez al mes, casi desde abril, porque ya estoy vacunada contra sus encantos, pero igual no me quiero arriesgar, una vez casi me rompe el corazón, y no estoy dispuesta a estar enamorada, para que lo logre, aunque dudo que él toque otra vez aquel órgano que una vez latió al mando de su voz, porque ahora mis pensamientos están en otra dirección, en otra persona, en otro corazón. (Y espero que ahi se mantengan, en aquel otro.)

Espero que deje de ser el chico rebelde, que esconde un pasado triste. Que la muerte deje de perseguir su sombra, y que pueda ser el doctor que ahora quiere ser.

Definitivamente, este fue el año de traer amores pasados de vuelta, sin embargo el suyo, sigue siendo el mismo fantasma en que se convirtió desde el momento en que casi me rompe el corazón.

16 octubre 2009

Tonight is a goodnight.

Noche sin ellos. Noche de alcohol. Noche de verdades. Noche de castigos. Noche de chicas.

Sé que será una buena noche, y ojalá que cuiden sus celulares, porque en cualquier momento pueden sonar, y las verdades que escuchen, como suele ser, serán consecuencia de mucho alcohol.

Que comience la función.

Pegadito.

Él sigue con la eterna paciencia que no recordaba, tenía, y yo con las dudas exitenciales de toda mi vida. Él me roba un par de sonrisas, y vuelvo a dudar.  Él va por la vida enamorándome, y yo sigo dudando.

Sin embargo, él desaparece un par de minutos, y ya lo extraño.
Y no hay duda alguna que corrompa esa oración.

Con su aquella forma de enamorarme tan única, y especial.

Pegadito. Despacito. Así te quiero, yo.

15 octubre 2009

El fantasma de un amor pasado.

And the flashback starts.
18/03/08
17:46

¿Cómo comenzar? Supongo que cuando alguien te hiere con la misma intensidad con la que lo quisiste, es difícil partir de un comienzo porque lo único que vez es el final. Y esto es eso. 
El final.

Recuerdo la primera vez que lo vi, y cómo mis ojos se estrellaron con su mirada. Un chico alto, cabello oscuro, rulos increíblemente formados, ojos grandes, buen cuerpo, y ya en la puerta, llegando tarde a mi primer día de 'vacacional', me percaté que iba tras mi dirección, con un cuaderno en mano.
O era un chico bruto, o era un chico malo.
Él resultó ser de los malos.

Sin embargo, aún sin conocerlo, supe que, para bien o para mal, él había despertado ese algo en mí, que me intrigaba, y llevaba a la nube más alta, inconscientemente.
Sí, desde el primer instante que lo vi (sería en vano negarlo) me gustó.

-Hola, ¿Cómo te llamas? -Preguntó cogiéndome el brazo.
Volteé con una sonrisa
-María Claudia. -Y rápidamente bajé las escaleras.

Como magia, todo surgió.
No puedo negar que me centré en él cada uno de mis días febrerinos, y las ansias de quererlo como un amigo, y a la vez como algo más que un amigo a veces me enloquecían. Quizás por sentirme enamorada, quizás porque él me enamoraba con la gota exacta de dulzura, y la cantidad precisa de frialdad.
Cada palabra suya, línea suya me hacía reír, sonrojarme, y el solo pensar en él me elevaba lejos del cielo, a un lugar inexplicable. Me ilusioné como pense no ilusionarme.
Sin saber que mientras mas alto vuelas, más duele la caída.

Y así fue. Mi ilusión llegó a un límite donde al darme cuenta de la realidad, al sentir su indiferencia, sentí como caía, en lentitud hacia un frío piso, un piso donde me hallaba perdida sin saber cual rumbo tomar. Él me enviaba una dirección y al momento en el que yo tomaba el vuelo hacia aquella dirección, cambiaba, y me dejaba desorientada. Llegue a sentirme la mas desubicada en el momento, la más tonta, la mas idiota. Y sin mas, decidí yo misma tomar mi propio rumbo, ya no me iba a valer de sus decisiones.

Él era un chico inteligente, un chico decidido, un chico seguro, que me volvió durante un mes, en todo lo contrario. Y yo quería salir, y cada que pensaba estaba fuera de su círculo, se encargaba de atraerme como imán.

Llegué a perderme en ese laberinto sin fin donde el me mandaba.

Sí, lo quería, pero no mas de lo que yo misma me quiero, y por mi misma decidi alejarme, alzar vuelo, y tomar mi rumbo. (Aunque creo que a fin de cuentas eso era lo que él queria, no lo sé, y nunca lo sabré) Ahora cada uno vuela en su propia dirección, y dejamos atrás un pasado lleno de errores.
Errores suyos, errores míos.
Fue su culpa, fue la mía. La suya, por darme y no darme las alas y yo por volar muy alto sin paracaídas.

Ahora duele. Aunque sé que pasará. No sé que es amor, pero sin duda no creo que esto lo sea, porque por más que lo quiera, no siento mi corazón romperse.
Y aún me acuerdo cuando lo conocí, la nostalgia se hace presente y los buenos recuerdos también.

No niego que no se como reaccionaré el día que lo vea, y no pienso en ello, ahora no me importa. Creo que fue el verano, el sol, y mis ganas de volar lejos de la realidad. Se acerca una fecha importante, sé que no ira, y por mas raro que suene, no lo voy a extrañar.
Esto es más que un adiós, es un grito al viento, es un golpe contra el tiempo.

Y después de un año y tres meses, exactamente, reapareció.


14 octubre 2009

Ten things I hate about you.

ACTUALIZACIÓN:
Te doy un verso más,
Y con ello la verdad, que si algo es cierto,
es que no te puedo odiar, 
porque odiar significa importar.
Y ni siquiera a ese punto, has de llegar.

 
Adaptación propia de el poema de la película 'Ten things I hate about you', encontrado en el bagón de archivos perdidos.

Odio tu manera de hablarme,
y tu estúpida forma de peinarte.
 Odio como finges caminar,
y que te quedes mirando sin titubear.

Odio que me persigas en sueños,
y la forma en que crees saber qué pienso.
Te odio tanto, que me llega a enfermar,
e incluso me hace rimar.

Odio cuando quieres tener la razón,
y llenas de mentiras, tu exterior.
Odio que me hagas reír,
y odio aún más cada que me haces sufrir.

Odio cuando estás cerca de mí,
y odio cuando te encuentras a kilómetros de aquí.

Odio tu indiferencia,
y el hecho de que no te pueda odiar.
ni siquiera un poco,
ni siquiera un loco, lo ha de lograr.

Algunas cosas cambian con el tiempo, e increíblemente nada es imposible.

Despacito.

'La aburro, no?'
Y me di cuenta que sí me importa, no sé el grado de cariño que le tenga, sinceramente, pero si de algo estoy segura, es que me importa.

Dime tú, sino estoy loca, pero sin embargo ten en cuenta que te lo advertí, mi inestabilidad, mi locura, y tú, siempre con tu sonrisa en el rostro y las palabras exactas para robarme un par de risas.

Sin arrogancias, ni condescendencias. Sin ser ser idiota ,ni llegar -aún- al punto de idiotizarme.

Lo siento.

13 octubre 2009

Cuando siempre no.

Y por hoy veo las consecuencias.

Consecuencias de ser testigo de rupturas que terminaron de diversas formas. Como cortar los regalos del bombero, quemar las cartas del abogado, o borrar el historial del estafador. Llorar a mares al casado, y terminar con ganas de matar, al soltero.

No la culpo por vivir aquellas experiencias, y tampoco por hacerme, indirectamente partícipe. No la culpo porque a ella la ayudó, y bueno, supongo que en mi caso, nunca pensé que participar en lo que yo creía, un juego me haría tan impredescible, tan montaña rusa.

Nunca sé cuanto me puede llegar a encantar alguien, o con la misma rapidez desencantar.

¿Existirá la persona que sepa cómo enamorarme cada día un poco más, sin llegar al punto de aburrirme?

No sé, quizás sea eso, quizás sea que ya no me conformo con conversaciones diarias bajo un teclado.

Quizás es que ahora quiero más. Quiero verlo. Quiero escucharlo.

Quizás sea eso, o quizás que ya comencé, otra vez, a a aburrirme.

12 octubre 2009

ADMITIDA.

-Bueno, solo te llamaba para decirte que espero que este semana recapacites, y entiendas la importancia del colegio, porque amor, hoy llegó tu carta de la UPC.

Ingresé. Pensé sonriendo.

-¿Y...qué dice?

-Creo que la entrevista no fue como me la contaste porque no te admitieron.

El corazón se me detuvo, y no sentí un par de latidos.

-¿¡Qué!?

-Mentira amor. -Me dijo él con una risa.- ¡Ingresaste!

Respiré profundo y sonreí.

-Papá, cómo te patearía.

Y siguieron las risas.

Sabía que ingresar era una posibilidad muy amplia, sin embargo una vez que sabes que ya estás adentro, sientes una satisfacción increíble. Y así fue, pero junto con esa alegría, sentí un poco de melancolía.

Ahora mi rumbo esta trazado, y va en una dirección distinta a la de ellos.

Fijé mi camino, aseguré mi primer paso, y estoy lista para el segundo.

Ahora viviré nuevos momentos, nuevas experiencias. Conoceré nuevos amigos, nuevos amores...pero nunca dejaré de lado los originales.

Porque en las victorias, derrotas, risas, tristezas que se me vengan, siempre estarán ellos.
Siempre.

Bienvenida al mundo universitario María Claudia.

Y sigue la montaña rusa.

No sé porque en el instante en que sonreí, comenzó la avalancha de pensamientos.

Esto era lo que quería, el cariño, la dulzura, las maripositas, eso era lo que sentía, pero, supongo que cuando llegas al clímax de una sensación, lentamente se apaga, para volver a subir.

Yo y mi montaña rusa de malditas emociones.

Eso me vuelve loca, loca, loca, porque las dudas me atacan en la soledad, sin embargo cuando hablamos, todo parece tener sentido.

Como ahorita, que todo parece cobrar de nuevo sentido.

11 octubre 2009

I'll be seeing you, Huaraz.

Día 5.

No estaba feliz. No. No lo estaba aún cuando la noche anterior había bailado hasta que mis pies se derritieran del cansancio. No estaba feliz y aún cuando sabía la razón exacta, no la admitía.

No la admitía y fingía una sonrisa, aún cuando el mal humor duró las ocho horas en bus, y un poco más, gracias a mi papá.

-En veinte minutos, llego, como máximo.
-¿¡Qué!? -Fue lo único que dije, antes de colgarle el teléfono.

Y si digo que estaba por explotar es poco, sobretodo después de entrar y ver a todos los padres con globos, esperándonos. Y él iba a llegar una hora después que todos.

Quería patearlo, y mis ganas siguieron cuando lo vi, sonriéndome, en uno de los escalones más altos para disimular su baja estatura.

-Nunca te he fallado. -Me dijo con una sonrisa. Y yo lloré mientras le tiraba un pequeño puñete en el hombro.
-Como, como, ay papá. -Y me dio un beso en la mejilla.

Después de cruzar un par de miradas, con alguna que otra persona, fuimos a casa. La ciudad limeña, con sus centenares de carros, el humo, y su cielo gris, seguía intacta, y en casa todo igual.

Paulo bajó a recibirme, con una sonrisa en el rostro, yo le di un beso.
-Traje harto manjar blanco, y sabes qué? es sólo para tí. -Le susurré.

Recuérdame en el olvido.

Día 4.

No quiero poner mucho de este día, porque, simplemente porque fue el día donde los recuerdos carcomieron mi cabeza al máximo.

Descubrí que hay amistades que quizás nunca vuelven a ser lo que eran, y que lo único que a veces queda, es alimentarla de recuerdos, para no sentir que se perdió por completo.

Descubrí que un par de horas en un bus, te pueden acercar mucho a una persona, y que aquella persona puede ser mas parecida a ti de lo que te imaginas.

Descubrí que no quiero olvidar cada momento que inició en 1999, y tampoco cada momento que viví con ellos.

Los mejores amigos que se que serán irremplazables.

Y bajo el fuego, y la fría noche, le pedí que me prometiera que nunca dejaríamos de ser amigos.

Ya perdí a uno, y no quería perderlo a él.

La noche de los corazones rotos y mi torpeza en su máximo esplendor.

Día 3.

Ni bien se ocultó el sol, el día se sintió más azul que lo habitual.

Yo, y mi torpeza habíamos batido récords, a Clau, le rompieron el corazón, Daniela tuvo una de las peleas más fuertes en su relación, otro par de parejas discutían, mientras que sólo una de las siete, estaba sonriendo en su esplendor. Y esa fue la noche en que Ale rió más de lo normal y Andrea se quedó una hora mirando las estrellas, con una voz que enternecía su corazón.

Yo recibí un mensaje que me hizo suspirar y al menos me robó una sonrisa, un par de minutos.

Quizás la causante fue la luna, que se escondió más de lo normal, y con ella el buen humor de la mayoría de corazones latientes.

Bajo la noche y su traje de esquimal.

Día 2.

-No sé, no me imagino verte así, después de años sin haber estado en tu vida, no podría.
-Yo tampoco. Es increíble, porque no me imagino pasar por momentos así locos, y no verlos, no compartirlos con ustedes.
-Sería raro, no sé, ¿No te sentirías celosa?
-¿Celosa? No sé, quizás un poco fastidiada por no haber estado en tu vida tanto tiempo, pero celosa...
-No celosa de si te gusto, sino celosa por no haber estado ahi, o sea...
-Ya entendí -Mentí. Lo más probable era que no lo entendiese, pero a mi manera la hacía, y sí, si me sentiría celosa por perderme tantos buenos momentos en su vida, y los únicos que lo sabían, eran aquel sube y baja, y yo.

Y sonreí, mientras, dos horas después, ya en pijama me escapaba de mi cuarto, para ayudar a Andrea a realizar una llamada de cumpleaños. Estuve bajo dos camas casi diez minutos, aguantando la respiración un par, y otro riéndome con Mariajosé, Daniela y Andrea, antes que miss Lastenia me encontrara, y me mandara a mi habitación.

Y después de una conversación profunda, después de otra pelea con Ale, que terminó en un abrazo, después de un intento fallido de escape que terminó quebrando mi espalda, después de ver el rostro de Andrea iluminado por llamar a quien por estos días le roba suspiros, después de todo dormí tranquila.

El cielo Huarazino enternece corazones.

Día 1

La noche, con estrellas, y la luna trazada a su perfección, me enamoró. Y por un segundo, lejos de casa, extrañando a mi papá como no tenía idea, sentí que aquel viaje quizás traía consigo un par de sorpresas.

Buenas, malas, y sí, esa noche trajo un par.

Una que me robó una sonrisa, y otra que me sacó de quicio. Ale y su malhumor, que en realidad tiene nombre y un ojo colorido, hicieron que tuviéramos nuestra primera discusión de la semana. Una que terminó con risas, y la típica frase de 'Qué pasó ahora?'.

Después de hablar un poco, el sueño nos venció, yo aún sonreía, porque quizás, ingenuamente pensaba esa noche, cambiaría algo en esos cinco días.

Bajo el cielo del olvido.

Fue una semana de amigos, amores, corazones latientes, otros agonizantes. Fue una semana de recuerdos, olvidos, con una realidad que no perdona, y yo, bueno, me tomé el tiempo de llevar un diario conmigo. Cada día, cada momento, los capturé con palabras.

Bienvenidos a cinco locos días bajo el cielo Huarazino

04 octubre 2009

Entre música y risas

Y El corazón siempre puede esperar.

Dejé que el mío esperara un par de días, a decir verdad, una semana, porque aún cuando mis ganas de verlo superan en creces cualquier sentimiento pasajero en estos días, sé que habrá un momento para recopilar palabras perdidas. Y verlo, se volverá algo mucho más interesante.

Por otro lado, la amistad es algo que nunca puede esperar, y de no haber estado con Alejandra ayer, lo más probable era que su paciencia explotara, y a larga distancia, la mía también.

Las cosas suceden por algo, y esta vez no culpo al destino. Esta vez la que eligió fui yo y me alegro de haber estado con mi mejor amiga porque ella me necesitaba.

En un parque a las doce, montando bicicleta, ayudando a calmar su paciencia, soportando sus malos ratos, y aguantando una que otra manía.

Para eso son las amigas.

03 octubre 2009

I gotta feeling.

"¿No quieren venir a mi casita en la noche? Mi hermano tendrá una reunión con sus amigos, y no quiero estar solita."

Vi el mensaje y sonreí. Muchas veces la vida me desdibujó una sonrisa de mi rostro, y ahora bordea cada milímetro cuadrado de mis labios hacia arriba.

Creo que las cosas pasan por algo. Creo en el destino, y esa es la razón de que anteriormente lo odiaba, porque me hundía en mi propio círculo vicioso de pensamientos e inseguridades. No me dejaba salir de aquella burbuja de ilusiones, que se inflaba a base de recuerdos.

Y ahora que estoy afuera, él se encarga de encajar un par de piezas en el loco rompecabezas de mi corazón.

02 octubre 2009

Mi suerte y yo.

Y faltando dieciocho cuadras, y veinte minutos, vino un tráfico infernal, inexistente entre San Borja y Surco. Como si alguien lo hubiera querido así, justo en aquellos minutos previos a mi entrevista.

Y yo ya no tenía uñas.

Estaba segura que algo pasaría, usualmente mis días no son perfectos en su esplendor, siempre esta la bajada en aquella montaña rusa que es mi vida. Y desde la mañana supe que todo estaba muy bien para ser cierto.

Aún cuando me perdía mi última olimpiada, aún cuando los extrañaba increíblemente, aquel había sido un buen día porque me había acostado con un par de canciones, alguno que otro te quiero, y una sonrisa en el rostro.

Una que se esfumó en cuanto vio la cola de carros avanzar un metro por minuto. Respiré un par de veces, conté hasta mil, revisé mis papeles, di una ojeada a mi carnét, maldije a dos policías, y faltando quince minutos para mi entrevista pasamos aquel montón de carros atorados.

Corrí lo más rápido que pude después del beso de la suerte de mi papá, y minutos después que me senté en la sala de espera me llamaron.

Di un largo respiro, y entré con una sonrisa a la sala de entrevista.

Tenía que hablar, y afortunadamente hablar con extraños, suele ser mi fuerte.

Ya tracé la línea de partida, este nuevo rumbo comienza ya.

01 octubre 2009

Recuerdos, un par de miedos y cero nísperos.

Se vino el cargamontón.

Siempre que mis días de risas y mariposas alrededor abundan, la vida se encarga de equilibrar mi suerte de una manera abrupta y hoy fue un claro ejemplo que el equilibrio mundial existe.

Me levanté con una sonrisa en el rostro, aunque a penas había dormido un par de horas. Cantando, y bailando, dejando en el pasado a una María Claudia que quizás meses atrás hubiera estado de mal humor, maldiciendo el reloj, y queriéndose esconder del día.

Sin embargo la vida se encargó de recordarme que dentro de mí aún se esconde esa pequeña, esperando el momento preciso para salir, botando pensamientos al por mayor, hundiendo la razón de a pocos, con preguntas e inseguridades que vienen al caso, y que me persiguieron durante todo el maldito día.

Ya he arruinado todo una vez hace un par de años, y esta vez sé que no quiero que sea así porque no lo quiero fuera de mi vida. Pero los miedos de en serio equivocarme con lo que quiero me carcomen por completo. ¿Si esto es un error? Porque quizás hubo una razón por la cual...

Dios. Basta. Deja de pensar y que las cosas fluyan.

Y hoy dejando que las cosas fluya, nos inundaron con recuerdos desde 1999. Reocorde primeras palabras, primeras amistades. Sí, cuando las cosas se ponen sentimentales, atino a ponerme igual de sentimental, pero una vez que siento que algo más grande que yo, tiendo a irme al otro extremo, tiende a salir la María Claudia que no quiere ese sentimentalismo, y que si siente que si estará allí, se alejará por completo. Quizás ahora entiendas.

Por si fuera poco, mi papá se molestó por olvidarme de decirle un par de asignaturas pendientes, dice que ando en el aire, y que vuelo muy alto. Creo que es por su miedo a que caiga, y no pueda ajustar el paracaídas antes del golpe.

Bueno papi, no estoy volando. No estoy soñando. Esto es real. Y esto va al ritmo que debe de ir.

Y ahora sacudo la cabeza, , mientras miro la carta que tengo que quiero pero no debo leer aún.
Hablar con él, se siente bien.