31 marzo 2010

¿Si?

Conclusión del día: Los chicos lindos, o tienen enamorada, o son completamente amanerados.

¿Existen excepciones?

30 marzo 2010

Aunque lo quiera esta prohibido, y la verdad, es que nada puedo hacer.


¿Existen imposibles?

Crónicas de un viaje chichero.


Eran las seis y veinte de la tarde. Lo recuerdo claramente, porque fue lo único que pude divisar entre tanta cabeza muda, y cuerpo pegado de gente indiferente, que invadía el micro. Unos cogiéndose de la baranda al ritmo de la música, otros insultando al cobrador que  ya no sabía por cual hueco meterse para recoger dinero y los mismos de siempre que cuidaban su cuarto de terreno en pie mirando mal a quien intentaba acomodarse. Si, eran las seis y veinte y fue lo primero que captaron mis sentidos, después claro, de escuchar el famoso ‘¿Habla, vas?’ Del cobrador.
            Parada, tuve que tambalearme un par de veces antes de encontrar la estabilidad necesaria para evitar caer, mientras que observaba como uno de los chicos que se encontraba parado, de rasgos andinos, intentaba entablar conversación con la chica de mi costado. Ella bien arreglada más no muy agraciada físicamente, soltó un par de monosílabos, y luego cogió con fuerza su bolso. El chico la miró de pies a cabeza y sin que ella se diera cuenta, susurró un: ‘Qué tal…’

            Más adelantito se encontraban un grupo de amigos conversando y riendo escandalosamente, sin saber que a su costado, una señora de mayor edad, que por su extensa falda colorida, su chompa que parecía almacenar todo el calor posible, y su trenza a la cintura, parecía ser de provincia estaba esperando a que alguno de ellos se dignara a pararse y cederle el asiento. Sin embargo los muchachos la miraron un par de veces sin siquiera prestarle atención. La miraron un par de veces y se fijaron en su ropa, pero no en su edad. Y lo más deprimente fue que cuando el cobrador les pidió que cedieran el asiento, uno de ellos se paró, riendo y le dijo a su amigo: Suerte con la chola.
            La escena me dio vergüenza ajena por los ignorantes muchachos, así que en la mitad del micro, parada, volteé el rostro para analizara otras personas. Sin embargo los movimientos me vencieron y en una de esas tantas empujadas que se da cuando el micro esta repleto, se cayó el libro que tenía en mano. Escuché un par de insultos al cobrador, y otro tanto para el conductor, sin embargo no me interesó escuchar esos adjetivos denigrantes porque buscaba el libro que se había caído de mis manos. Libro que el señor de mi costado, al que probablemente había golpeado con el bolso antes de irme de lado a otro, amablemente me lo pasó. Y cuando creí que los gestos caballerosos se habían acabado, un chico al fondo alzó su mano y me pasó la voz para cederme su asiento.
            Obviamente me sorprendí, pero supuse que bajaría pronto y se había apiadado de mí y mi poca coordinación para mantenerme de pie dentro de tanta gente, sin embargo, cuando me senté se paró y se quedó a mi costado. Mirándome fijamente. Yo no sabía que hacer, estaba claro que me había cedido su asiento y estaba claro que no se iba a bajar en esos momentos. Lo único no claro, era el por qué, así que me metí en la cabeza que lo había hecho como buena obra de caridad. Por lo que atiné a sonreírle, y ponerme a leer evitando hacer contacto visual, porque por más que me haya ayudado y agradecía su gesto, para mi, él era un desconocido, y entablar conversación iba más allá de mis límites permitidos.
            No sé cuanto tiempo estuvo ese chico a mi costado, pero fue en uno de esos paraderos masivos donde escuchas: “Cincuenta Pershing, cincuenta Pershing”, donde la gente se escandalizó por bajar, una señora quiso pegarle al cobrador por cobrarle de más, y un niño cayó por saltar los escalones del micro, otro casi queda olvidado por su mama, cuando finalmente este se vació y el chico amable, desapareció a unos asientos delante de mi.
            En esos momentos alcé la viste y volví a ver el micro. Ahora todo parecía estar más calmado, las personas más tranquilas y cada uno por su cuenta. O bueno, eso creí hasta que vi cómo un señor le pasaba la voz a una joven que se retorcía y retorcía por su espalda. La chica pareció sorprendida cuando el hombre le habló, sin embargo cuando mencionó algo acerca de la quiropráctica, la chica cambió de postura de incómoda, a relajada en un instante. El hombre sacó un folleto, y la conversación entre ambos fluyó con la naturalidad con la que fluye cuando hablas con alguien que conoces de tiempo atrás.
            Yo reí, finalmente había encontrado la interacción social que había esperado encontrar desde un comienzo. Y en esos momentos de satisfacción y tranquilidad, subieron al micro tres adolescentes con gorro, e instrumentos hechos en base a una lata de leche, un peine, y algo parecido a un pequeño cajón, en mano.  Era uno de esos tantos pequeños grupos chichas que se ganan la vida cantando aquí y allá. Algo normal, pensé, sin embargo esos momentos, todo cambió. La mayoría de jóvenes ahí presentes, sacó sus aparatos de música, subiendo el volumen, supongo. Otros recién se ponían audífonos –cosa que probablemente yo hubiera hecho, indiferente, pero que no hice porque mi ipod no tenía batería. Y otros pocos prestaban atención a la canción.

            Y entre tanto ajetreo, pude escuchar a lo lejos que alguien dijo: Estos cholos de mier…, que vienen a malograrme la tranquilidad.

            Automáticamente volteé y vi al dueño del comentario, un chico de veinte muchos y treinta pocos que miraba con desdén a los músicos. Uno de ellos, el mayor, se percató y después de tocar un par de canciones, realmente pegajosas y buenas, se detuvo ante el chico y le pidió dinero, haciéndose el de oídos sordos. “No malgasto mi dinero en huevadas”. A lo que él chico con la educación que el anterior no tenía respondió: “¿Seguro?” y siguió de largo pidiendo dinero, mientras que el otro lo miró unos segundos y siguió haciéndose el indiferente.  Algunas personas se sorprendieron ante la respuesta del último, y murmuraban que no era posible tal falta de respeto. Otros simplemente se quedaban callados y volvían a sus asuntos, mientras que un pequeño grupo, sonreí al haber escuchado respuesta tan inteligente, y vivaz.

            Sin embargo, la gran mayoría vio la respuesta como una falta de respeto, por lo que los tres adolescentes bajaron, con pocos soles y humillación en su bolsillo. Estaban yéndose y supe que no era justo, aún cuando yo les había colaborado, tal golpe a su orgullo.
            Así que alcé la mano, y corrí a la puerta del micro.
            -Bajo con ellos. –Le dije al cobrador, haciendo referencia al grupo de chicha. Tomé un largo respiro, alcé el rostro y miré al chico de veinte muchos y treinta pocos. -  Parece que a fin de cuentas tenemos algo en común.

            Al final de cuentas, yo estaba segura que si ese chico decía que no podía gastar su dinero en huevadas, no podía gastar su dinero en personas con actitudes como la suya.




Missita linda de Ética y Ciudadanía, quiero una nota mayor a dieciocho. Gracias, gracias.

28 marzo 2010

They said that you were trouble...
...but I couldn't resist.


¿El comienzo de unas de estas tantas historias?

27 marzo 2010

Egocentrismo, Mr.

Los hombres egocéntricos nos invaden.

Desde el chico que cree que me mueve el piso como un terremoto -cosa que a estas alturas me parece lo más gracioso que jamás he oído en mi vida y quizás sea porque yo se lo haga creer para ver hasta que punto se cree importante en mi vida- hasta el chico que se cree superior que el actual de su ex. ¿Qué pasa con los hombres? ¿Necesitan de ese ego para sentirse bien con su masculinidad? 

A ver, el primero. ¿Realmente cree que después de estar en la univerisidad y enamorarme de cada rostro jamás antes visto e increíblemente encantador, sigues moviéndome el piso?

Si, sí, síguelo creyendo si te ayuda a sentirte bien contigo mismo.

El segundo. Perdiste, y eso no te hace superior a nadie, como tampoco inferior. Sólo te hiere el orgullo, te quiebra tu hombría un poco, pero son cosas que pasa.

¿Por qué desviar la realidad?  No comprendo, la verdad. 

Y después dicen que nosotras somos un misterio. ¿A ver si recapitulan ese mito desde un principio?

"Ay por favor, ¿Por qué conmigo no se aburre?"
"No entiendo, es la segunda vez que dejan a este lomo fino por un chasqui"

Respuesta.

Y de poder cambiar mi historia, no cambiaría nada. Ni el lugar de donde vine, ni al lugar donde fui a parar. Extraño a mi mamá, sí. Extraño a mi hermanito, sí. Y extraño a mis amigos, si, pero esta es la vida que escogí para mi, y estoy segura que no hay cálculo mal hecho, ni error escrito.

Este es mi camino y por alguna extraña razón, creo que sigo los trazos correctos de mi intuición.

25 marzo 2010

¿Algo?

La luna iluminaba la noche y de la nada, mientras hablábamos de la universidad mi papá me hizo una de esas preguntas que me hacen imaginar hasta decir basta: ¿Qué hubieras hecho de seguir viviendo con tu mamá?

Y lo primero que le dije fue: Estudiar en la cato.

Me miró y preguntó: ¿Sería algo diferente?

Y yo pensé: ¿Sería algo diferente?

24 marzo 2010

Comunicación no verbal.

¿Quién hubiera dicho que un gesto dice más que mil palabras?
Y ¿Quién hubiera dicho que todo ese tiempo mis gestos involuntarios, y espontáneos decían a gritos: Te quiero?

Un sub-tema que persigue a la comunicación no verbal. Un mal que me persigue cada que alguien hace latir mi corazón: Los adaptadores. Gestos involuntarios que manejan las emociones que no queremos expresar. En mi español, en mi lenguaje, ser seca, fría, mirar de acá para allá, o ir al extremo de las risas y risas o al otro extremo de tratar mal, a esa persona especial, cada que estaba cerca.

Increíble, todo el tiempo mis gestos decían, vete, sin embargo escondían un: "Quédate, te quiero conmigo".

Sí, ¿Quién hubiera dicho que la universidad me enseñaría más de mi misma?

23 marzo 2010

Primer día, cachimba.

Llegué temprano.

Temprano porque lejos de tomar un buen micro, como buena universitaria, tomé taxi, como buena cachimba. 

Y ni bien vi la universidad, me enamoré. Gente por todos lados, cachimbos buscando su salón, y los grandes mirando alrededor y preguntándose ¿De dónde ha salido tanto niño?

Era el mejor panorama del día.

Bueno, mejor hasta que llegué a mi salón. Aula de comunicadores, como lo preví, ninguno tenía problema para expresarse, y ni bien llegué comencé a socializar con cuanta persona estuviera presente. Una sonrisa por acá, un hola por allá, intercambio de palabras, intercambio de colegios. Conociendo a desconocidos se hacía muy divertido, y cuando pensé que la diversión terminaría en cuanto pisara la clase de mate básica.

Me equivoqué.

Todo el día fue increíble, conocí un par de locas como yo, otro par de relajadas, algunas más femeninas de lo que puedo ser, y otro tanto de graciosas. Todas uns lindas e increíbles personitas que quiero seguir conociendo.

Sin embargo el paraíso no es eterno, y ahora tengo trabajo que hacer. Mañana trabajos grupales, el viernes también. 

Lo que conocía como vida social, al parecer acabó. 

Sin embargo estoy muy lista para la universidad. Así que allá voy.

22 marzo 2010

Estar en la universidad, es una cosa de locos.

Y qué locos, eh.

Buen primer día. Detalles, cuando el sueño deje de torturarme.

21 marzo 2010

Uno de mis tantos choques.

Podría hablar que fue una noche increíble, desde que abrí la puerta y llegaron los invitados, hasta el día siguiente en que almorcé en la casa de mi mamá con un par de ellos.

Si, fue increíble.

Sin embargo, a las seis de la tarde, mientras el sol se escondía, la luna intentaba escapar y yo subía al micro, mi corazón entró en un choque de emociones. Como si todas intentasen huir de mi, y a la vez no.

 Estaba la alegría de uno de esos tantos inolvidables cumpleaños, con la nostalgia de buenos viejos tiempos, más el impacto de recuerdos que golpeaban mi cabeza sin parar.

Me atacaban de un lado al otro, mientras empañaba el espejo, de las lágrimas que contenía.

Me atacaba la euforia y la depresión. Me ataban los recuerdos y el porvenir. 

Me ató el recuerdo de amores pasados, y el saber que este año no habría cabida para errores. No habría cabida para la niña que se cansa del amor, ni huye de él. Este año no hay cabida para dejar que el alcohol la tome de rehén, y pida besos sin permiso. 

Este año, simplemente no hay cabida para María Claudia, la niña.

Y probablemente lo que más nostalgia me de, es que María Claudia la niña, me dio muy buenos momentos, algunos errores quizás, sin embargo de retroceder el tiempo los cometería una y otra vez...una y otra vez.

Porque son parte de mi, parte de la memoria de María Claudia la niña.

Que por hoy dicen que ya es toda una mujercita.

Pero, realmente, yo no les creo.

Y después de un par de horas el choque disminuyó, pero dejó un tráfico terrible en mi corazón.

20 marzo 2010

¿Será?

¿Será que siempre se nos moverá un poquito el piso con alguna que otra persona? Así ya no nos guste, así a veces ni nos importe...¿Será que en algún momento del día la miraremos y sentiremos por un segundo algo raro dentro de nosotros?

Quizás restos que quedaron de algún momento.

O quizás sólo imaginación.

19 marzo 2010

Stand by me.

Lo tengo en mis brazos, con un año y un mes más que la primera vez que lo cargué.

Hoy quería escribir de lo bien que me hace una dosis mensual de César y su paz, o la alegría que me trajo Christian al visitarme...podría escribir tanto, pero no.

En estos momentos mi corazón late, y es por el gordito que tengo en brazos.

Para algunos los perros son solo mascotas, para mi, él es familia y ahora tengo mucho, mucho miedo que algo le pase. Porque lo he visto crecer, he reído con él, he llorado con él y hasta he puteado con él.

Él tiene una parte de mi y ahora tengo mucho, mucho miedo de perder al único macho no congénito, a que no he tenido miedo de amar ni un segundo de mi vida.

A este gordito de cuatro patas que descansa en mis piernas.

17 marzo 2010

Tengo un desamor, que no es de amor, y me hace daño.

Es...es como si me rompieran el corazón, sólo que esta vez no hay amor. 
Y tampoco asesinan mi corazón. 
Esta vez asesinan mi razón.

Me levanté llorando, como rara vez en mi vida, con el alma vacía, y la mirada perdida. Me levanté llorando, e intentado olvidar el sueño que no me había dejado en paz en toda la noche.

Él aún sin estar presente, esta golpeando la cordura que hace años atrás había quebrado. Esta jalándonos a etapas grises que intento pintar de risas. ¿Por qué no nos dejas en paz? ¿Por qué no te largas otra vez de nuestras vidas?

¿O mejor, por qué no te presentas de una vez para partirte lo poco que tienes de hombre?

No, no creo que lo hagas, dejaste parte de ti con nosotras sin mirar atrás. Abandonaste algo que engendraste por cobardía, tú no eres lo suficientemente hombre como para enfrentar el criterio, la razón, y un par de puñetes.

Este desamor, no es de amor, es de un hueco dentro de mi, un pasado de tristezas que intento cerrar, y que él aún sin estar presente, se esmera en abrir. 

Él aún sin estar presente, esta arruinando mis días.

Y a este paso, dejará mi domingo más gris que nunca.

16 marzo 2010

Papi, tu bebé ya va a cumplir diecisiete añitos.
Asi dicen.
Pero no les creas.

Y luego, reímos y seguimos dando una de esas tantas vueltas al parque, corriendo.

15 marzo 2010

Volando, volando.

Definitivamente, en mi vida nada es lo que debe de ser.

Debía levantarme a las nueve, para bañarme, cambiarme, relajarme e ir a buscar a Ale Alvarez -una amiga de la universidad- con la cual finalmente iría a recoger mi horario universitario.

Sin embargo, la realidad fue esta: Me levanté a las 7:22, por lo que después de bostezar y darme cuenta que era relativamente temprano, caí en la tentación de dormir un par de horas. O eso creía yo. Tan inmersa en mi sueño, reviviendo épocas escolares, olvidé calcular el tiempo semi-dormida y cuando abrí los ojos eran las 10:40.

Mi corazón paró en seco. A las 11:30, me iban a dar mi horario y dentro de diez minutos tenía que estar por la casa de Ale A.

Un par de segundos de caos, reproche, y "Qué miércoles haré ahora" en mi cabeza, hasta que en veinte minutos hice todo lo que no había hecho momentos antes: Le dije a Ale que viniera ella a mi casa, me bañé, me cambié, y la esperé en la puerta. Cogí un taxi por temor a llegar tarde y que no me entregaran nada, pero fue en vano.

Llegué con tiempo de sobra, aprecié la universidad y el paisaje. (Con paisaje definitivamente no me refiero a lo  natural, ni arquitectónico, si entienden).

Ahora tengo mi usuario de la UPC, y un horario que esta en algo, tiene horas de completo relajo, y otras donde no sé cómo haré para mantenerme concentrada, sin embargo, aún cuando mi lunes comience  con Mate, mi viernes le saca una sonrisa despidiéndome con taller de creatividad.

Y no puedo esperar.

14 marzo 2010

El baúl de los recuerdos.

¿Quién dijo que ordenar podría ser tan nostálgico?

Para mi ordenar este cuarto de cuatro por cuatro ha sido un viaje a una parte empolvada de mi memoria que hacía tiempo atrás no visitaba. 

Papeles con canciones, conversaciones, y dibujos, papeles de las épocas de falda mal puesta, y la blusa afuera. Papeles de los buenos tiempos.

Ahora la nostalgia, tres, dos un año después, late con fervor mientras miro el dibujo que hice el 22/12/08, de cada una una, con lo que quería. Una de las nubes tiene una cara parecida a la de superman, a otra le invade una fruta, por ahí una más tiene flores amarillas, y otra finalmente, tiene un príncipe azul.

Sin embargo cada uno se ha ido reventando con el paso del tiempo, la del príncipe azul, fue la primera. Podría haber un azul, sin embargo príncipe no es el sustantivo correcto. La fruta se pudrió por completo, y superman dejó de ser un héroe.

Ahora sólo quedan las flores, ¿Cuándo se romperá esa pequeña nube?


Y "A varios cientos de kilómetros", firma otro papel de finales del 2008. Yo sólo sonrío. 
Supongo que al menos hay algo que no ha cambiado. 
Disfruta tu estadía nostalgia, que esta será la única vez que te dejo entrar sin dificultad en mi  corazón.

13 marzo 2010

Te lo he dicho amigo.

Fue una de esas noches que tanto extrañaba.

Con la sazón precisa del rojo que tanto pedía mi cuerpo. La música que mis pies necesitaban, y las sonrisas de antaño. Se que probablemente a muchos de ellos no los vea en un buen tiempo, sin embargo me alegra haberlos visto una última vez, hasta el próximo reencuentro.

Ayer me di cuenta, que si, los voy a extrañar, porque la confianza que tienes con ellos aún cuando no hayan sido parte de tu círculo de amigos, es diferente a la confianza que tendré con las nuevas personas que conozca.

Porque como ellos no hay quienes me hagan reír, como ellos no hay quienes me puteen, como ellos no hay quienes logran controlar mis pasos de baile.

Simplemente como ellos, no hay.

12 marzo 2010

En la cabeza.

Sólo fue un susto. Uno grande. 

Sin embargo ahora él esta bien, con la sonrisa que pone cuando lo engríen, y la tranquilidad que escasamente se presenta atenta.

Ahora ya puedo respirar sin sentir áspera la garganta, y ver el cielo sin temer que se torne gris.

11 marzo 2010

AY.

Dos de la mañana.

Escuché sus gritos y no hice más que correr al cuarto de mi mamá. Giulio ardía en fiebre, y lloraba de dolor de cabeza.

Yo tenía sueño, sin embargo el ver así a mi hermano evaporó toda gota de cansancio, y me dejó la impotencia plantada en primera fila. Impotencia de verlo llorar de una forma nunca antes vista, y no saber qué hacer para calmar su dolor. Impotencia de verlo retorcido en la cama, y sólo atinar a cambiarlo para llevarlo a emergencias y esperar.

Impotencia de no saber de medicina, ni un carajo.

Hace un par de minutos se lo llevaron a emergencias mi corazón parece que va a explotar. Camino de aquí para allá, de allá para aca y ahora espero que el agua caliente para bañarme y salir lo antes posible a darle el alcance a mi pequeño amor, a mi pequeño hermano.

Hoy iba a ver a mi promoción, y no saben las ganas que tengo de verlos, sin embargo Giulio esta mal, y esta vez no es uno de esos resfriados que pasan con las horas, esta vez es algo realmente grave y mi hermano vale cada hora que estaré cuidándolo.

Si, esta vez él esta realmente mal, al punto de llorar y decir: Mami, haz que pare por favor.

09 marzo 2010

Alejandra y su psicología.

Podría narrar este día y describir la tranquilidad que visitar a César me traía,  el fastidio cuando supe que  seríamos más de cinco, mi sonrisa cuando ese fastidio en carne y hueso puso un pie fuera de la casa, mi risa cuando cogí el mando y todos volvimos al rodaje. Podría describir lo enamorada que me tuvieron mis amigos en la cocina entre risa y risa y mi fastidio regenerado -en mi interior- cuando mencionaban su nombre, sin embargo ya se fueron las gotas de ardidura.

Para bien o para mal, Alejandra y su efecto psicológico atravesaron mi cerebro y mi conciente, algo inconciente, le da la razón, fue uno de esos comentarios que cualquiera pudo haber hecho. Asi que ahora no hay razón, no hay excusa.

Y bueno, escribir de algo que no siento, sería no escribir, asi que ahora aprovecho el tiempo y rio, mientras ella deja de lado la cordura, y yo la jalo a mi locura.

08 marzo 2010

La de los sueños y no-sueños.

Ella tenía la mirada perdida y yo la misma pregunta de toda la vida: ¿Qué soñaste ser...?

Su silencio antes solía decirme nada y realmente desesperaba, sin embargo hoy su silencio dice todo. Hoy en su nada, pronuncia cada sueño que no floreció. Cada pensamiento que no se alargó. Cada idea que se apagó.
Podremos ser igual de engreídas, igual de explosivas, sin embargo, si hay algo que nos diferencia totalmente, y es que mis sueños podrían regalarlos a un país entero y aún así nunca acabarse. Yo sueño -suena cursi una vez que lo escribes- tanto que encuentras desde la paz mundial, hasta mi paz interior.

Yo sueño con una diferencia, con un libro, sueño con un amor, y sueño con la felicidad, de esa que nunca se acaba. De esa que hace temblar tu mundo.

Yo sueño y sueño, y de tanto soñar, a veces olvido la realidad.

07 marzo 2010

Wild World.

Mi magia blanca se agota.

Mi papá me pide no meterme en el asunto, estar al margen de los problemas, pero siempre que se ha tratado de mi mamá, siempre que se ha tratado de ella combatiéndolo, ha sido imposible alejarme. Ha sido girar la vista y evitar verla. Así que ahora me prepararé para lo que viene. Le daré lo que queda de mi, y ella dará todo de si. La apuesta es alta, y la recompensa es la felicidad.

Ambas mas unidas que nunca, y mi papá sigue pidiéndome que no me meta en sus asuntos, sin embargo el amor que le tengo a mi mamá me condena a estar a su lado.

En estos precisos momentos.
Ah. Siento que la garganta me quema, y mis labios sangran de privarlos de tantos adjetivos para nada positivos.

Advierto que en cualquier momento habrá una explosión y la pelea no tendrá a ningún oponente masculino.

Seremos ella y yo. Yo con la alegría matutina de pasar un buen momento familiar, y ella con el veneno del cansancio. Las palabras exactas para quebrar mi sonrisa, y las facciones precisas para aumentar mi mal humor a su máximo esplendor.

¿Dije algo de más más unidas que nunca?

Por favor, ahorita hasta un par de rocas son más unidas que nosotras dos.

06 marzo 2010

¿También odias a los idiotas que suelen malograr tus días post-perfectos?

Hoy recordé lo que una persona de poca importancia, me dijo al día siguiente de conocer a la compañía más dulce que jamás tuve, a ese chico que en estos momentos me roba una inmensa sonrisa. Como aquel día mientras releía lo que había pasado aquella tarde, con el corazón cabalgando en felicidad y endulzándome la sangre. 

Sí, muy lindo, hasta que me malograron la mañana.

¿Por qué tuvo que abrir mi conversación y tomarse el tiempo para ser un idiota? No comprendo. A mi, él me viene y va. Ya no detiene mi corazón, ni ejerce poder alguno su presencia en mi torpeza. Desde hace tiempo que ya no lo hace, sin embargo no comprendo sus ganas de joder esa mañana.

Y cómo lo hubiera pateado. 

Si, eso pasa cuando idealizas a alguien y después que pierdes el encanto te das cuenta que nunca fue quien realmente te gustó. 

Te encaprichaste por alguien que creíste que era tu príncipe, aunque resultó ser una de esas tantas ranas que abundan en los estantes.

05 marzo 2010

One.

"At this moment, there are six billion, four hundred seventy million, eight hundred eighteen thousand, six hundred seventy one people in the world. Some are running scared. Some are coming home. Some tell lies to make it through the day. Others are just not facing the truth. Some are evil men, at war with good. And some are good, struggling with evil. Six billion people in the world, six billion souls. And sometimes all you need is one."

Una. Eso es todo lo que necesitamos. De los cientos de personas que conocemos, de la mitad que nos atraen, y de esa cuarta parte que alguna vez creemos amar, sólo una es para nosotros. 

Si, siempre he creído en el amor. Aun con mis problemas de estabilidad emocional. Aún con mi intento fallido de querer convencerme de que yo no era esa clase de chicas. Yo se que esa persona existe, y se que tarde o temprano llegará. Si es que no llegó ya -y se encuentra a mi costado-, o está esperando regresar.

Mira a tu alrededor, podría ser el bueno o el que cree ser malo, el esperado o el  no soñado. Alguno de aquellos que te encantó como nunca nadie lo hizo antes. 

Y de no ser asi, quizás sea alguien que aún no ha aparecido en tu vida.

Lo único que tienes que tener en cuenta es que aquel, sera la mitad partida al encaje de tu corazón. Tu porción de alegría en días de melancolía, tu ticket de realidad a fantasía.
Esa persona será tu todo, en cada nada que vivas.

Aún cuando parezca imposible, de seis billones de corazones, hay unos latidos que susurran tu nombre, sólo es cuestión de escucharlos.

Y encontrarlos.

04 marzo 2010

Más azul que nunca.


Con la paleta gris para nublar mis días, esta de vuelta. Y ha puesto en marcha el eterno círculo vicioso de desaparecer, aparecer y refregarse en nuestra vida. ¿Hasta cuando?

¿Hasta cuando opacará mis mañanas y agriará la dulzura de mis tardes? ¿Hasta cuando armará y desarmará esta familia a su antojo?

Sus heridas aún no cicatrizan en piel ajena y vuelve a abrirlas sólo por morbo. Sólo por gusto. Sólo por ser el negro de nuestros días.

Sí, él esta de vuelta, y el maldito círculo vicioso que nos atrapó en el 2001 ha renacido.

02 marzo 2010

Flash de último minuto.

El plan: Dormir a las ocho para tener un buen descanso, y amanecer linda.

Lo que realmente pasó: A las ocho, en otra casa con mucho vodka, regular vino y nada de control.

¿Ahora?

Ahora tengo náuseas,  e iré a verlo así.

¡Buena, María Claudia!

Y ni siquiera puedo describir que pasó, porque realmente no me acuerdo.