Esta es una historia real, le sucedió a la amiga de una amiga.
Mentira: le sucedió a mi mejor amiga.
El año pasado, ella estaba camino a encontrar el verdadero amor y él, sin piedad, rompió su ilusión. Este año los papeles se cambiaron: ella lo superó; él recayó.
Mentira: le sucedió a mi mejor amiga.
El año pasado, ella estaba camino a encontrar el verdadero amor y él, sin piedad, rompió su ilusión. Este año los papeles se cambiaron: ella lo superó; él recayó.
Ahora él la busca para regresar, pero ella sólo busca perderlo. Ahora él la quiere de vuelta y ellas sólo quiere que él se de la vuelta. Ahora es el antes que hoy él sueña y que, de igual forma, ella había soñado... hace un año. Sí, por parte de ella la química caducó, la magia se perdió y la oportunidad de un cuento de hadas venció. Y aunque estoy segura que él se arrepiente con cada parte de su ser, no hay nada que hacer: ironíco, sarcástico y, completamente, satírico, el Karma llegó.
Y no importa cuánto se desee, no hay nada que le pueda decir adiós.
Yo no creía 100% en su existencia; sin embargo, ahora no sólo creo y afirmo que existe, sino que me atrevo a decir que existe, vive y, para colmo, lo disfruta.
Sí, el Karma ama su trabajo. Ama golpear a los demás con el mismo puño con el que ellos alguna vez golpearon. Ama que las personas se den cuenta que la cagaron, siendo ellos mismos, los que terminen cagados.
El Karma te paga con el mismo billete falso que le pagaste al destino y te golpea en la misma mejilla en la que tú golpeaste.
Así es el Karma: correctamente desgraciado.
El Karma te paga con el mismo billete falso que le pagaste al destino y te golpea en la misma mejilla en la que tú golpeaste.
Así es el Karma: correctamente desgraciado.
Así que piensen bien lo que hicieron, lo que hacen, y lo que harán. Tomen sus precauciones: no rompan corazones porque, a la larga, sólo romperán su corazón.
Y créanme que contra los males del Karma y el amor, no hay remedio que amortigue el dolor.