Y sí, quería verlo, y no, no lo vi.
Había jodido, literalmente, toda la semana a Christian para hacer algo, que ir a esa reunión (donde estarías tú) iba a costarme muchos días de cargo de conciencia y perdones que dejarían un par de secuelas de mi, como mala amiga. Así que me bañé, me cambié y dejé de verte, para ir a la casa de Christian.
Sí, fue un fin like the old times, con la gran diferencia de que esta vez nosotros ya no teníamos 14, 15 o 16 años, esta vez todos teníamos 17, y la inevitable nostalgia de no poder detener el tiempo y seguir creciendo, de hacernos viejos y no poder evitarlo, de no vernos tan seguido y tener que vivir con ello. Y ahí estábamos, Renzo, Ale, Christian, Dani, Jóse y yo, esperando a que Pedro viniera...algo aburridos, con mil y un no planes que realizar, con mil y un ganas y no ganas bordeando nuestro cuerpo.
Ale y Renzo conversaban (para variar), Christian andaba de acá para allá, Jose estaba en la laptop, Dani en el sofá y yo bailando, como las que no les importa nada y sólo quieren bailar, como las que están feliz y sólo quieren bailar, como esas, bailando y sonriendo, hasta que de uno en uno fuimos al balcón, y ahí nos pusimos a conversar de la vida.
Me enteré que los chicos habían lanzado (probar marihuana, y la verdad no sé por qué me sorprendió, si este año descubrí que el 90% de mi generación la ha probado y el 70% probablemente fuma con frecuencia), de cosas de su vida diara.
-Ya estamos viejos. -Dijo Jose en un momento de la conversación. y sentí un pequeño escalofrío recorrer mi espalda...sí, ya estábamos...estamos creciendo. Sí, ya no éramos, ni somos, ni seremos los chicos de secundaria, aún cuando queden secuelas de historias y amores.
...y seguimos parloteando de la vida y sus demonios, hasta que llegó Pedro.
El plan era ir a Miraflores, bailar, jaranearnos, tomar...divertirnos, sin embargo en plena escalera decidimos ir a ver una película de terror, (vale recalcar que recién eran las nueve de la noche). Así que empilados por ir al cine tarde (aunque no lo era) para ir a ver una peli de terror, subimos al taxi y Christian comenzó a quejarse, él quería jaraneo, y yo también, sin embargo mis ganas se habían convertido en no ganas y el aburrimiento ganaba la batalla, sin embargo la felicidad de Christian contagió a Dani, que propuso ir a pato paloma (EL lugar, frente al mar), tomar y hablar de la vida, y esa idea nos contagió a todos por lo que le dijimos al taxista que nos llevara a Salaverry con Javier Prado.
Allí, compramos el trago en un grifo y con bolsas naranja fosforecente caminamos a Pato Paloma, sin embargo no contamos con que el serenazgo nos dejaría con las ganas de trago en la boca.
-Y saben por qué estamos acá? -dijo Renzo, utilizando ese tonito de reproche mezclado con unas gotas de sarcasmo, que hacia tanto no escuchaba. -¿Saben por qué?...porque nunca me escuchan y siempre le hacen caso a Christian -Dijo finalmente, y todos, en medio de Salaverry con Javier Prado, con trago en mano y el deseo frustrado de jaraneanos, reímos.
-Oe huevón. -Replicó Christian- Yo no di la idea, fueron Ale y Daniela. Ale, que estaba sentada al costado de Dani se alejó de ella y dijo:
-No sé, pero yo nunca mencioné al Pato Paloma.
Y todos quedamos mirando a Daniela, mientras ella intentaba ahogar una risita.
-Igual es tu culpa. -Le dijo Renzo a Christian.- ¡Por huevón!
Volvimos a reír, y minutos después las chicas nos levantamos y caminamos hacia el pato paloma sin embargo regresamos al ver que los chicos se estaban llevando nuestras cosas.
Gracioso. Quizás no tanto, porque aún seguíamos sin planes, con trago en mano y nuestras ganas insaceables de jaranearnos.
-En que casa...en que casa, Mc, ¡En tu casa! -Dijo Dani y sentí un nudo pequeño en mi garganta.
-Eh...
-No quiere. -Dijo Ale inmediatamente.
-No, no...si quiero, sólo... -Sólo que mi mamá. Ese era un pequeño GRAN sólo.- Denme el teléfono. -Y llamé a mi mamá. Lalala, sisisí, nonono...y listo. -Vamos a mi casa.
Tomamos un taxi, y nos fuimos rumbo a mi hogar dulce no tan dulce hogar.
-Hemos ido de la casa de Ch, luego a Salaverry y luego vamos a la casa de Mc que queda a dos cuadras de la casa de Ch? -Dijo Renzo o Pedro (mi memoria es muy traicionera).
-Sh, sh. -Dijo Ale- esto no lo puede saber nadie, es muy deprimente.
-Sí, que idiotas. -Añadió Dani. Ydiscutimos nuestra seudo aventura mientras Dani y Ch se hacían cosquillas, Ale y Renzo adelante conversaban, Pedro y Jóse conversaban y yo escuchaba todo, hasta ver en el reloj las once y once y decir: ONCE Y ONCE, PIDAN UN DESEO, y Jóse, para variar me dijera: Calla mierda!
Sí, ese camino estuvo lleno de flashbacks.
Finalmente, llegamos a mi casa, sacamos el trago, tomamos, bailamos, Jose quiso que lo acompañara al baño que no tenía cerrojo, y que me quedara como vigilante...desafortunadamente pensé que me estaba haciendo esperar por las puras mientras se lavaba las manos y abrí la puerta...
...no se estaba lavando las manos.
Escuchamos música de antaño, volvimos a bailar, seguimos tomando y, sí, ese fue nuestro sábado con los mil y un no planes, comenzando con a, terminando con l.
Siempre...like the old times.