30 octubre 2011

Cuestion de segundos

Hoy... hoy pensé en él.
Y no digo que nunca lo haga, porque a veces lo hago, pero de una manera diferente a la de hoy. Cuando pienso en el, usualmente, recuerdo los momentos que pasamos, sin sentimientos ni remordimientos de por medio. Sólo recuerdo. Nada más. Sin embargo, algo en mi forma de pensar cambió hoy. Algo pasó ayer que hoy, me hizo cuestionar si lo que hice estuvo bien. No me arrepiento y nunca lo haré, pero ¿En serio he tenido que pasar por el descontrol más descontrolado para darme cuenta que quizás él y yo no éramos tan distintos? ¿En serio tuve los motivos suficientes  como para dar vuelta atrás dos veces? ¿Cómo hubiera/hubiéramos sido de haber estado juntos?
¿Cómo hubiera cambiado todo?

Y aquí vienen las palabras que cambiaron, hoy, mi forma de pensar en él (aunque sea unos minutos) ¿Qué hubiera pasado si... ? No es que lo quiera de nuevo en mi vida, no es que me arrepienta, no... sólo... sólo cuestiono y pregunto.

E imagino.

Y al segundo olvido porque si hay algo muy claro en mi mente es que él fue superado antes de lo que debió ser superado. A él lo olvidé antes de haberlo olvidado y eso nunca va a cambiar.

Sólo que hoy, después del sábado más no apto de mi vida, después del sábado más "putamadre María Claudia", vi la puerta que llevaba su nombre y me dio mucha curiosidad saber qué había detrás, pero eso es algo que nunca sabré y que, en serio, mañana me dejaré de preguntar.

18 octubre 2011

Nosequé

PB. says:
 yo fui...
 yo te visite
 tu "no estabas"

Reapareció, inesperadamente, él reapareció; para variar, él reapareció; como siempre, como, nunca, él reapareció. Y no vino solo, trajo bajo la manga siete palabras que hicieron un nosequé en mi día. 
Un nosequé, que perfecta palabra, María Claudia, nosequé. Sí, así como lo es él: un "nosequé", porque amigo no es, no; algo más, tampoco... definitivamente no. Y  ni siquiera esas son cosas que tú quisieras que él sea... y es que ya pasaron tantos años, tanto tú cambiaste desde que tenías 14 y ahora tienes 18, casi para 19. Ya sé, no es que creas que él regresa por algo en especial, pero al menos, ahora, tan cambiada, sabes que lo único que tú quieres es la libertad. En su máxima expresión, libertad y aunque aún te guste esa canción de Pedro Mo e inclusive la escuches en estos momentos sabes que esa conversación debe durar sólo un rato y luego debes despedirte, cerrar la ventana, ponerte en No Conectado y dejar que ese nosequé, siempre sea un nosequé, aún cuando se esmere en reaparecer tan esporádicamente en tu vida; aún cuando te traiga recuerdos de una María Claudia casi quinceañera, torpe, montando un skate; aún cuando te haga reír, aún así, hay nosequé's que no pueden y nunca podrán dejar de ser un nosequé.

Él es un NOSEQUE en tu vida y lo va a ser hasta que reaparezca cada que quiera en tus días. 
Un nosequé: amigo, desconocido, recuerdo, momento.

17 octubre 2011

Gajes ser universitario

Sales tarde de clase y corres al paradero. Subes a la primera combi del paradero, cierras la puerta, respiras y giras el rostro. Ahí ves a tus acompañantes de primera fila: el conductor y un chico bonito... muy bonito. Sonríes. Sacudes la cabeza y te puteas internamente: eres una tonta que sonríe de la nada. Miras a la ventana para disimular la sonrisa tonta o al menos no sentirte tan tonta. La combi pone primera y avanza. Ahora quieres verte interesante. Pones cara de interesante e, insconcientemente, tarareas una canción de Arjona. La combi  frena en el puente y maldices: 10 minutos de espera al costado de un chico lindo. Tú, él y un silencio eterno. Aj, odias los silencios, pero aún más ese silencio. Pones cara de fastidio, no, no, eso no. Ahora intentas distraer tu mente contando ovejas, pensando en alguna que otra anécdota, pero nada funciona: quieres hablarle al chico bonito. Y te pica la lengua. Quieres hablarle. Tienes que hablarle. Pasan cinco minutos, sigue el silencio y siguen tus ganas. Miras a un lado, miras al otro. 8 minutos. La combi no avanza; el ruido, tampoco. Tarareas. Volteas. Lo miras de reojo y te haces la loca. 10 minutos. Silencio absoluto. Silencio incómodo. Silencio, silencio. Fucking silencio. Le recontr quieres hablar. Ya esta dicho, le vas a hablar. Pero ¿De qué le podrías? ¿De qué hablarle a un desconocido? ¿De qué? Otra vez volteas izquierda a derecha, de derecha a izquierda y cuando te vas a dar por vencida lo ves:  "El Trome", en su máximo esplendor. Adelante con un titular más chicha que Grupo Cinco y  atrás con la malcriada de siempre. Sonríes y le pides prestado el diario al conductor. El te lo da y ni bien lo recibes, vas a la sección de deportes. Ahí esta lo que buscabas: una noticia del partido Perú - Chile, un gran titular, una gran excusa, un gran pretexto para romper el silencio. 15 minutos después de estar en el puente, la combi avanza, ojeas el diario y esperas un par de minutos más. Cuantas hasta diez y alzas la mirada "¿Cuando vuelve a jugar Perú?", preguntas, como si no supieras que juega en Noviembre contra Ecuador, en tierras ecuatorianas. "En noviembre", responde el chico. Sonríes por dentro antes de preguntar "Contra quien, sabes?" "Contra... contra..." mira al cobrador y le pregunta contra quien y tu piensas que no puede ser más lindo. "Contra Ecuador", responde el cobrador. "Allá, creo". Agrega. "Ecuador es un buen equipo?", le preguntas. Él asiente. "Va a estar jodido porque jugamos allá" dice el chico bonito y esas palabras rompen por completo el hielo entre los dos. De repente, un tema lleva a otro y terminan hablando del partido contra Chile. Ríen, putean al árbitro, maldicen los palos, las manos chilenas, vuelven a reír. Antes de lo planeado ya están en Aviación, su paradero.  Tú bajas para que el pueda bajar y él se va. Pero no sin antes despedirse de ti.
Subes al micro y sonríes. Conociste a alguien y hablaste del partido Perú-Chile con esa persona: no pudo ser un regreso más perfecto.
Y para completar tu sonrisa, lo que queda de camino, esta en rumbo a la casa de tu mejor amigo.

Que ricos pueden ser los días universitarios.

08 octubre 2011

Realismo

Estar con alguien... no es lo mío: soy un fracaso en todo lo que implique la palabra "compromiso". Por eso, siempre me quedo en la línea de partida y nunca doy el siguiente paso. Por eso, nunca avanzo hacia el camino de las relaciones y como consecuencia de tanta locura soy adicta a los pequeños grandes momentos, porque son tan efímeros como el pasar de una estrella fugaz; dulces, pero no tanto, como un buen sorrento; y penetrantes, como la pinchazón que te dan cuando van a sacarte sangre.

02 octubre 2011

I'm back

Y regresé a la maldición de un corazón sin latidos, a la diversión del alcohol en grandes copas y a las noches de besos efímeros con amanecidas de resacas eternas. Y regresé... a la era de la ilustración fundamentalista y la revolución científica, donde el amor es una de esas teorías que sólo roba risas.

Y regresé, a los amores de barra olvidados en las esquinas, regresé.